En nuestro trabajo como psicólogos, nos encontramos constantemente con una situación que pocas personas se atreven a mencionar: la crisis del recién graduado. Esa sensación de vacío y desorientación que aparece cuando dejas las aulas.
Piénsalo, durante años tu vida ha seguido un guion bastante predecible. Clases, exámenes, vacaciones de verano… Y de repente, ¡puf! Te entregan un título y se supone que debes “comerte el mundo”. Pero, ¿qué sucede cuando ese mundo parece más un laberinto que una autopista hacia el éxito? En QMente queremos hablarte de esta etapa y cómo hacer posible enfrentar esta etapa de la vida adaptándote a tu entorno.
Situaciones comunes en la crisis del recién graduado
Permítenos ser honestos contigo: ese momento en que te enfrentas a tu primera búsqueda de trabajo puede ser brutal. “Necesitamos experiencia previa”, “Buscamos perfiles junior con 5 años de experiencia” (sí, nosotros también nos preguntamos cómo es eso posible), “Ofrecemos prácticas no remuneradas”… Reconocemos estas frases porque las hemos escuchado cientos de veces en nuestra consulta.
Y no es solo el tema laboral. De repente, tu identidad entera parece estar en juego. Ya no eres “el estudiante de derecho” o “la chica que estudia marketing”. Ahora eres… ¿quién exactamente? Esta pregunta puede ser más desafiante de lo que parece.
En nuestra experiencia acompañando a jóvenes en esta transición, hemos aprendido que las emociones que estás experimentando son completamente normales. La ansiedad al despertar pensando en el futuro, esa sensación de que todos tus amigos parecen tener su vida resuelta (spoiler: no es así), la presión familiar que aumenta con cada reunión familiar…
¿Te suena familiar ese momento en que tu tío pregunta “¿Y ya has encontrado trabajo?”, mientras tu madre suspira y menciona al hijo de la vecina que ya es gerente? Sí, nosotros también hemos estado ahí.
¿Qué hacer durante este periodo?
A través de los años trabajando con personas en una crisis del recién graduado, y hemos descubierto algo importante: esta crisis, por difícil que sea, puede ser el trampolín hacia algo mejor. No es solo una frase bonita para hacerte sentir mejor; es una verdad que hemos visto materializarse una y otra vez.
Cuando acompañamos a nuestros pacientes en este proceso, les ayudamos a ver que este período de incertidumbre es también un espacio de posibilidades. Es el momento de preguntarte: ¿Qué te apasiona realmente? ¿Hacia dónde quieres dirigir tu vida profesional?
No vamos a endulzarte la realidad: el camino no será fácil. Pero podemos compartir contigo lo que hemos aprendido que funciona:
- Tómate tu tiempo para explorar. No, no necesitas tener todo resuelto en tres meses. El tiempo de adaptación es necesario y válido.
- Mantén la mente abierta. A veces, las mejores oportunidades aparecen en lugares inesperados. Hemos visto a ingenieros convertirse en exitosos gestores culturales y a psicólogos desarrollar carreras brillantes en tecnología.
- Busca tu tribu. Rodéate de personas que estén pasando por lo mismo o que hayan superado esta etapa. El apoyo mutuo es más valioso de lo que imaginas.
Nuestro consejo como profesionales de la psicología
En nuestro trabajo diario, vemos a muchas personas atravesando exactamente lo que tú estás viviendo ahora. Y si hay algo que hemos aprendido es que esta etapa, aunque desafiante, no define tu valor ni tu potencial.
No estás fracasando por sentirte perdido. No estás retrasado por no tener todo resuelto. La crisis del recién graduado es un proceso de descubrimiento y crecimiento que, aunque incómodo, es profundamente valioso.
Recuerda: las crisis son como los cambios de piel de una serpiente. Pueden ser incómodos y hasta dolorosos, pero son necesarios para crecer.
Si sientes que necesitas apoyo profesional en este proceso, estamos aquí para acompañarte. A veces, tener un espacio seguro para explorar tus miedos y posibilidades puede hacer toda la diferencia. ¿Te gustaría conversar sobre cómo podemos ayudarte en esta etapa? Estamos a solo un mensaje de distancia.